miércoles, 13 de noviembre de 2019

LA HUELLA DEL TIEMPO

Esta mañana a las 12,30h se daba el pistoletazo de salida a la inauguración de mi exposición LA HUELLA DEL TIEMPO en la Biblioteca maría Moliner y he tenido el honor de que la Directora de las Bibliotecas de las Universidades Ester Torres Jiménez, la Jefa de Sección de la Biblioteca María José Toral y la comisaría de la exposición María José Cárceles me hicieran una presentación de lujo. Además, la actriz Prohibida O No (Belén Luengo) ha declamado un poema de mi autoría titulado CHEFCHAOUEN donde reflejo el sentido de la exposición. Por otro lado han ido a la inauguración mis alumnos de Astrapace, mi agradecimiento a su profesor Salvador y como no, muchos amigos que me han acompañado entre otros Mariangeles Ibernón Valero Pepi Guerrero Carmen Serrano Garcia José Angel Castillo Vicente Virgilio Velayos Jorge Andrés Pérez López...rodeada de gente magnífica. Gracias a todos. Fotos de móvil de María Celdrán.

Amanece un nuevo día y os dejo una foto preciosa con una persona entrañable que recitó un poema mío en la presentación de la exposición LA HUELLA DEL TIEMPO, Belén Luengo. Poema a CHEFCHAOUEN. Os deseo un buen y feliz día.
A CHEFCHAOUEN
A España una vez vino
Un emir con poderío
Y en ella se enamoró
De una mujer de tronío.
Era una bella andaluza
De pelo largo y morena,
Zhora era su nombre
Su pueblo tenía solera
Era ni más ni menos
Que Vejer de la Frontera.
Al tiempo de conocerse
Se unieron en matrimonio
Daban amor por doquier
Pero, cosas de la vida,
La Reconquista llegó.
Sin querer que no querían
Tuvieron que marcharse
De su patria tan querida.
Allí en Marruecos vivieron
En un pueblo bereber.
Zhora estaba muy triste
Se acordaba de Vejer.
Su esposo la quería y
No sabía lo que hacer.
Tuvo una gran idea
Ponerle una reliquia a sus pies,
Creando un pueblo nuevo
A imagen y semejanza
Del añorado Vejer,
Con pequeñas callejuelas
De trazado irregular
Casas blancas y azules
Donde hay tranquilidad.
A partir de ese momento
Zhora volvió a cantar
Le gustaban los paseos
Los zocos y las arcadas,
Se enamoró de este pueblo
Ella misma lo cuidaba.
Fue una historia feliz
Creado por amor, para amar.
Lo bautizaron por fin
Y de nombre le pusieron
Chefchaouen, no hay otro
En el mundo igual
Donde se respira amor….
             

       

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